Orillas del Mediterráneo
Sobre la costa de Málaga A
Guillermo Gómez Gil, 1918
Colección Carmen Thyssen-Bornemisze
Siempre quise volver a amar
a orillas del Mediterráneo
El lugar donde tanto de lo que sabemos
se lo debemos a sus civilizaciones.
En 1965, fui a quedarme,
siendo un adolescente inmaduro, tres meses en Marsella
donde conocí a una joven
con el pedigrí más hermoso
Luego iba a saber
que fui bendecido por ser su novio
Tres veintenas menos cinco años después
estoy de vuelta en este mar que adoro
mirando de nuevo su azul
enamorado de su matiz
sintiendo su arena en mis pies
mientras escucho el sonido del agua.
Por excepción, en esta primavera de 2020
en las playas no hay gente
las olas no tienen con quién jugar
la arena se muere de aburrimiento
Nadie sabe qué pasará después
no es exagerado decir que estamos perplejos
Pero mirando al mar
donde siempre he querido estar
no siento decepción
agradezco su acogida.
Puedo morir aquí, sin menciones
simplemente, sin pretensiones.